Las ASADA están formadas por residentes de las comunidades que se benefician de los servicios que brindan. Bajo el marco legal de delegación, el AyA delega en las ASADA un servicio público necesario para defender un derecho humano fundamental: el derecho al acceso al agua potable. Existe una estrecha relación entre este derecho y los derechos a la salud y a la vida, que están constitucionalmente protegidos.
Los orígenes de ASADA: un enfoque comunitario
El concepto de ASADA se remonta a la década de 1960. Sin embargo, crecieron en la década de 1980 como respuesta a los desafíos que enfrentaban las comunidades rurales para acceder a servicios de agua seguros y confiables. Antes de su establecimiento, muchas zonas rurales tenían un acceso limitado al agua potable, lo que generaba problemas de salud pública y obstáculos al desarrollo económico. El gobierno reconoció la necesidad de un enfoque descentralizado e impulsado por la comunidad para la gestión del agua, dando origen a las ASADA.
Funciones y responsabilidades de las ASADA
Gestión de fuentes de agua: Las ASADA son responsables de gestionar las fuentes de agua, lo que incluye protegerlas de la contaminación, garantizar un suministro adecuado e implementar medidas para el uso sostenible del agua.
Mantenimiento de infraestructura: mantienen y reparan sistemas de distribución de agua, tuberías, tanques de almacenamiento y otra infraestructura para garantizar que el agua llegue a los hogares de manera confiable.
Facturación y Cobro: Las ASADA manejan la facturación de los servicios de agua y cobran las tarifas a los usuarios. Los ingresos generados se utilizan para cubrir los costos de operación y mantenimiento.
Monitoreo de la calidad del agua: Se realizan pruebas y monitoreo periódicos de la calidad del agua para garantizar que el agua suministrada a las comunidades cumpla con los estándares de seguridad.
Participación comunitaria: las ASADA interactúan con sus comunidades para crear conciencia sobre la conservación del agua, las prácticas de higiene y la importancia de un saneamiento adecuado.
Respuesta a emergencias: en tiempos de desastres naturales o emergencias, las ASADA desempeñan un papel fundamental para garantizar que las comunidades tengan acceso a agua potable y servicios de saneamiento.
ASADA y Sostenibilidad
Uno de los aspectos más significativos de las ASADA es su enfoque en la sostenibilidad. Al involucrar a las comunidades locales en los procesos de gestión y toma de decisiones, las ASADA fomentan un sentido de propiedad y responsabilidad. Este enfoque no sólo garantiza que los recursos hídricos se utilicen con prudencia, sino que también alienta a los miembros de la comunidad a participar activamente en la salvaguardia de estos recursos para las generaciones futuras.
La ASADA aplica una dimensión de cuatro partes a la gobernanza del agua:
Dimensión Social: Una ASADA debe garantizar que los usuarios del servicio tengan acceso equitativo al agua.
Dimensión Económica: Una ASADA debe utilizar eficientemente el agua y también gestionar eficazmente los fondos y recursos económicos, materiales y humanos.
Dimensión Política: Una ASADA es una asociación compuesta por diferentes órganos: Junta Directiva, Asamblea y Fiscalía. Todos ellos deben seguir procesos democráticos, involucrando a personas asociadas y beneficiarios de los servicios. Además, quienes forman parte de la Junta Directiva deben asumir la responsabilidad de sus acciones y rendir cuentas.
Dimensión Ambiental: Para asegurar la calidad del servicio que brinda, una ASADA no sólo es responsable del mantenimiento de ductos, tanques de almacenamiento y otros componentes del sistema, sino que también debe proteger las fuentes de agua, áreas de recarga y acuíferos. Esto implica conservar la cubierta forestal o reforestar. Esto ha llevado a las ASADA a convertirse en protectores ambientales increíblemente importantes.
Desafíos y perspectivas de futuro
Si bien las ASADA han logrado avances notables en la mejora de la accesibilidad y la calidad del agua en las zonas rurales, también enfrentan ciertos desafíos. Los recursos financieros limitados, la experiencia técnica y las condiciones climáticas cambiantes pueden afectar su capacidad para brindar servicios consistentes y confiables. Para abordar estos desafíos, es esencial el apoyo continuo del gobierno, las ONG y las organizaciones internacionales.
En los últimos años, las ASADA han comenzado a explorar soluciones innovadoras, como la incorporación de tecnología para sistemas de facturación eficientes y monitoreo remoto de infraestructura. Además, una mayor colaboración entre las ASADA y las instituciones académicas puede conducir a investigaciones e intercambio de conocimientos que podrían mejorar sus operaciones.
Conclusión
Actualmente, las ASADA son esenciales para los esfuerzos de gestión del agua de Costa Rica, y encarnan el compromiso del país con la sostenibilidad impulsada por la comunidad. Su dedicación a brindar servicios de agua potable y saneamiento a las comunidades rurales muestra el poder del compromiso local para forjar un futuro mejor. A medida que Costa Rica continúa evolucionando como líder ambiental, el papel de las ASADA sigue siendo fundamental para garantizar el acceso equitativo a los recursos hídricos y fomentar una cultura de gestión responsable del agua.